Establecido el primer meridiano, colóquense todos los lugares principales por latitudes y longitudes”
(Mendoza y Ríos – Tratado de navegación)
¿Sabes lo que son estas siglas? PDT, PST, CDT, EDT …
Son las denominaciones de diferentes husos horarios, según el lugar del planeta en el que te encuentres.
Por ejemplo, PDT es la hora del Pacífico en horario de verano; EDT es la hora de la costa Este de USA. Para que haya un acuerdo y una referencia entre todos los países se llegó a la UTC, la Hora Universal Coordinada (Tiempo Civil) que se llama también GMT (Hora Meridiano de Greenwich).
El Meridiano Cero es una línea imaginaria que une los polos dividiendo la Tierra en dos semicircunferencias; pasa por el antiguo observatorio astronómico de Greenwich (un suburbio de Londres) del cual tomó su nombre. Se adoptó como referencia mundial en una conferencia celebrada en 1884 en Washington a la que asistieron 25 países.
Sirve de meridiano de origen o meridiano cero para, a partir de él, medir las longitudes en grados y con la ayuda de las latitudes determinar cualquier posición terrestre. Se le llama “cero” porque se encontraría en la posición de cero grados, y a partir de él tendríamos 180º hacia el Este y 180º hacia el Oeste.
¡Es fascinante lo que tiene que hacer el ser humano para medir el tiempo!
Pero lo más interesante es que la localización de ese Meridiano cero, no ha estado siempre en el mismo lugar.
¿Sabías que estuvo antes en otras localizaciones, incluso en España?
Durante varios siglos, la referencia del meridiano cero fue la isla de El Hierro, en el archipiélago canario, por ser el extremo más occidental del mundo conocido. Ptolomeo en el S.II lo situó en la isla de Rodas, pero también estuvo en París, Cádiz y Cartagena, entre otros lugares.
Y, ¿sabías, además, que el meridiano cero ni siquiera se encuentra en los “cero grados”?
Los cálculos tomados en su día fueron realizados teniendo como hipótesis de trabajo que la tierra era una esfera perfecta. Pero resulta que la tierra no es esférica, y ello unido a su relieve, afectan a la fuerza de gravedad y distorsionan los cálculos realizados con los instrumentos antiguos.
En resumen, si ahora nos acercáramos al antiguo observatorio de Greenwich pertrechados con un receptor GPS de precisión, observaríamos que no nos encontramos en los cero grados.
Y, por si fuera poco, resulta que el meridiano de Greenwich … ¡ni siquiera pasa por Greenwich!
Incluso así es todo un referente mundial “objetivo” para calcular nuestra hora, nuestra posición, nuestra dirección a seguir, todo ello por una convención arbitraria.
¿Por qué te cuento todo esto?
Imagínate ahora, como el capitán que eres del navío de tu vida, dispuesto a determinar el rumbo a seguir y dando por supuesto que sabes dónde quieres ir…
Plantéate las siguientes preguntas:
- ¿Tienes un meridiano cero en tu vida?
- ¿Qué puntos de referencia tomas para elegir tu camino?
- ¿Tienes una carta de navegación?
- ¿Y un mapa?
- ¿Sabes interpretarlos?
- ¿Cuál es el meridiano cero de tu carta de navegación?
- ¿Lo tienes identificado?
- ¿Lo has elegido tú?
- ¿Sigues los mapas impuestos por la tradición, las convenciones sociales, lo políticamente correcto o aquello que resulta más cómodo?
- ¿O al contrario, has trazado tu propia ruta?
- ¿Eres consciente de que cualquier punto de referencia para orientarte es una convención arbitraria?
- ¿Has pensado que es posible que no se trate de un punto objetivo y común a todo el mundo?
- ¿Se te ha ocurrido pensar que existen tantos «meridianos cero» como personas?
- ¿Has observado que «tu meridiano cero» ha ido cambiando en las distintas etapas de tu vida, según van cambiando tus valores y tus intereses?
- ¿Te has planteado alguna vez que puedes navegar con otros instrumentos de orientación e incluso navegar a estima?
¿Cuántas veces nos estaremos equivocando al usar un punto de referencia erróneo?
Por si acaso, de vez en cuando, tenemos que revisar nuestros mapas y sobre todo ajustar nuestros instrumentos de orientación. 😉
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