Sólo hay una elección: el amor o el miedo”
El amor es una de las fuerzas más poderosas de la naturaleza de la que somos catalizadores, una tremenda energía transformadora que te empuja a hacer cosas excepcionales. Esa energía está continuamente accesible, se trata de tomarla.
Varios estudios científicos han demostrado que, gracias a la energía del amor, es posible transformar el ADN, modificar el funcionamiento del cuerpo humano y hasta curar enfermedades. También se ha observado que, cuando el amor no circula, esta ausencia causa muchas dolencias de la mente y el cuerpo.
Así, pues, amar, ser amado y saber contagiar amor es nuestro mayor activo para la salud. Sentirse querido y apoyado promueve mayores sentimientos de confianza en uno mismo.
Todos tenemos acceso al amor, pero no vibra en nosotros de la misma manera según nuestra personalidad, nuestras fragilidades y según lo que hemos vivido. Cuando sabemos vibrar alto, cuando estamos alineados, la onda del amor pasa a alta frecuencia.
El término vibración hay que entenderlo en referencia a la calidad de los pensamientos, sentimientos, emociones y actitudes que se generan e influyen en nuestras creencias, recuerdos, elecciones, estímulos ambientales, etc.
La vibración de nuestros estados de ánimo, actitudes, pensamientos y sentimientos puede aumentar y disminuir a lo largo del día, en función de nuestras acciones y reacciones hacia los demás, hacia nosotros mismos o ante los problemas de la vida.
Las vibraciones de nivel inferior pueden ocurrir en todo momento en relación con la frustración, la ira, la decepción, la tristeza, el juicio, las comparaciones y mucho más. Estas emociones son parte del ser humano, pero está en nuestro poder salir de estos sentimientos debilitantes.
Un estudio realizado por investigadores del HeartMath Institute demuestra que el amor regula la frecuencia del corazón. Dependiendo de si catalizamos correctamente el amor o no, el corazón funciona de manera ideal o muy mal. La respiración contribuye a esta armonía corazón-cerebro que conduce a una mejora de nuestras funciones físicas y cognitivas permitiéndonos acceder a capacidades ampliadas, particularmente en términos de intuición.
Podemos elevar nuestra vibración a través de la compasión y el amor incondicional, trabajando desde la bondad, la compasión y la aceptación.
Estos son algunos de los beneficios de elevar nuestro nivel de vibración mediante el amor:
- Un mayor cuidado y amabilidad fluyen de forma más automática en nuestras conexiones.
- Tenemos una mentalidad más clara y más segura de nosotros mismos en nuestras elecciones y acciones.
- Nuestra mente y nuestras emociones interactúan de manera más armoniosa para adaptarse a nuestras necesidades.
- Desviamos los desencadenantes comunes del estrés como son la frustración, la impaciencia, la intolerancia, etc.
- Somos mucho más resilientes y resistentes a los miedos y las dudas.
- El cuidado más profundo de nuestro corazón no es anulado por nuestra mente y emociones disruptivas.
- La elevación de nuestra actitud aleja la ansiedad, las preocupaciones excesivas y el agobio.
- Tendemos a elevar a los demás cuando nuestra vibración aumenta.
- Somos menos críticos e intolerantes con los demás y con nosotros mismos.
- Elevar nuestra vibración amplifica los sentimientos intuitivos de nuestro corazón para obtener mejores opciones y resultados.
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