ADAPTARSE A LA MAREA

Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En la lucha por la supervivencia, los más aptos ganan a expensas de sus rivales porque consiguen adaptarse mejor a su entorno.” 

Charles Darwin

Seguro que has oído muchas veces esta cita de Darwin o alguna similar. Es una frase que queda muy bien si eres un biólogo que estudia el origen de las especies y tratas de establecer un patrón general de supervivencia, pero…

¿Es posible aprender de este conocimiento para aplicarlo a nuestras vidas concretas y particulares?
¿Estamos en lucha con otros miembros de nuestra especie?
¿Esa lucha implica que sólo pueden sobrevivir los ganadores?
¿Qué significa «ganar» en estas circunstancias que estamos viviendo?
¿Son los demás realmente «rivales» o la batalla es con y contra nosotros mismos?
¿Adaptarse a mayor velocidad debe hacerse a expensas de lo que sea?
¿Cómo gestionar el cambio sin que afecte a nuestros valores profundas, que son nuestras señas de identidad?
¿Qué debemos dejar atrás y qué debemos mantener en esta adaptación?
¿Cómo diferenciar lo profundo de lo accesorio? ¿Lo temporal de lo esencial?

Cómo ves, esta semana todo lo que te traigo son preguntas 😉

Y es que las respuestas adecuadas para cada uno de nosotros sólo pueden venir de nosotros mismos.

Además de las anteriores, te propongo que sigas añadiendo preguntas, y que te las respondas, ¡claro está! Para ello te sugiero que las clasifiques en 3 tipos de preguntas:

1. ¿Qué?
2. ¿Por qué? ¿Para qué?
3. ¿Cómo? ¿De qué manera?

1. ¿Qué?

El primer paso es clarificar al máximo cuáles son realmente tus objetivos. Puede que respondas: sobrevivir, crecer, mejorar, compartir, aprender, disfrutar, etc. Pero, desees lo que desees, escríbelo siempre especificado al máximo, de manera que esos sueños y objetivos sean medibles, factibles y conseguibles y por supuesto acotados en el tiempo. Es decir, convertir tus sueños en Metas SMART.

2. ¿Por qué? ¿Para qué?

Estas preguntas te ayudarán a descubrir los verdaderos motivos por los que quieres conseguir lo que deseas y te has propuesto como meta. Conectan con tus valores, con tu esencia, con aquello que estás dispuesto o no a hacer. Ponen de manifiesto la pasión, la ilusión. Serán el combustible para que no decaigan las acciones aún en el peor momento, cuando llegues a esa «travesía del desierto» por la que todos pasamos.

3. ¿Cómo? ¿De qué manera?

Se refieren al presente, sobre las herramientas que tienes que usar para superar los obstáculos que te separan de tus metas. Pondrán de manifiesto tus puntos fuertes, tus habilidades y capacidades y por supuesto tus debilidades y tus puntos de mejora. También tendrás que valorar tu capacidad de influir en los demás si en el cambio hay más personas implicadas. Te ayudarán a crear un plan de acción para reducir y caminar sobre esa brecha que te separa de tu vida soñada.