La mayor parte de tu felicidad o infelicidad en la vida depende de tus relaciones con los demás y son estas relaciones las que te dan el carácter de un ser auténticamente humano.”
Brian Tracy
Como en una receta de cocina para elaborar una tarta sabrosa, estos 4 verbos son los ingredientes necesarios para crear una relación satisfactoria:
DAR – RECIBIR – PEDIR – RECHAZAR
Además de necesitar los 4 verbos hemos de saber la proporción y la medida justas de cada uno para que la receta sea un éxito.
- Si damos mucho sin saber negarnos a nada corremos el riesgo de no ser valorados por lo que damos o incluso de que abusen de nuestra generosidad si no sabemos poner límites.
- Si sólo recibimos, sin dar nada o poco a cambio, seremos unos egoístas.
- Si lo que ocurre es que sólo damos y no estamos abiertos a recibir porque no queremos o no sabemos, aparte de que desequilibrará la relación, en parte supone un control sobre la otra persona.
- Aceptar recibir del otro significa también respetarle y darle la oportunidad a su vez de dar.
- Si no sabemos pedir siempre nos encontraremos con muchas de nuestras necesidades sin cubrir.
No importa si se trata de una relación sentimental, de una relación de amistad o de una relación laboral, el equilibrio entre los 4 verbos es imprescindible para una relación madura, sana, armoniosa, satisfactoria, respetuosa, provechosa, colaborativa y que permita crecer a ambos.
Tiene que existir un equilibrio entre el dar y el recibir. En ocasiones este equilibrio no es igualitario, por ejemplo, es natural que los padres den más por los hijos que a la inversa, al fin y al cabo les han dado la vida. Y es normal que los hijos se sientan en deuda con sus padres. Una deuda que revertirán a su vez en sus propios hijos o en otros miembros de la sociedad.
En una pareja o en una relación de amistad es deseable que ese equilibrio sea igualitario. Por una parte, nos hace felices dar a la otra persona y queremos por lo tanto dar cada vez más; la otra persona se siente en deuda al recibir y a su vez también quiere dar y compartir con nosotros. Ese dar y recibir mutuo nos hace felices y refuerza la relación.
Fíjate que en portugués cuando una persona recibe algo en lugar de decir “gracias”, responde, “obrigado” (obligado). Es fantástica la claridad con que se ve en el lenguaje que la persona que recibe se siente en deuda, se sienta obligada a su vez a corresponder.
Por eso muchas personas prefieren dar y dar y no recibir para evitar sentirse comprometidas.
Y a la inversa, el dar también es un derecho del que no debemos privar a la otra persona al negarnos a recibir.
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«La cara positiva de las Emociones Negativas» de Isabel Sales
Interacciones con los lectores