La mayor parte de las personas con éxito comparten la capacidad para permanecer centradas, con la mente clara y poderosa en medio de las «tormentas emocionales”.
Lo consiguen aplicando una regla fundamental:
No gastes nunca más de un 10% de tu tiempo en un problema de la vida, y emplea por lo menos el 90% de tu tiempo en la solución.
Y, lo más importante, no hagas caso de lo insignificante …
Y recuerda que, en el fondo, ¡casi todo es insignificante!
Recuerdo que en uno de los primeros cursos que realicé con Tony Robbins nos lanzó el desafío de dedicar el 100% de nuestro tiempo a las soluciones sin que quede nada de tiempo para los problemas durante 10 días.
¿Te atreverías a probarlo?
Tal vez estés pensando: “Pero ¿eso no empeorará el problema? Si no me preocupo por mis problemas, ¿no se escaparán de mi control?
Lo dudo, los problemas no empeorarán por el hecho de que durante 10 días te enfoques en las soluciones y sobre lo que hay de grandioso en tu vida, sobre lo que funciona o lo afortunado que eres.
Esas nuevas pautas pueden fortalecerte tanto que aquello que antes considerabas un problema es posible que haya desaparecido en cuanto asumas una nueva identidad y te sientas un ser humano incontenible y alegre.
Para aceptar este desafío tienes que seguir cuatro reglas:
Regla1:
Durante los próximos 10 días consecutivos, niégate a tolerar cualquier clase de pensamiento o sentimientos limitadores. Niégate a hacerte ninguna pregunta limitadora, a utilizar cualquier vocabulario o metáfora negativa.
(Sólo se permite un máximo de dos minutos para darte cuenta de que estás en ese estado negativo, identificarlo y cambiarlo)
Regla 2:
Cuando te descubras empezando a enfocar la atención sobre lo negativo (y seguro que lo harás), tienes que utilizar inmediatamente técnicas para volver a dirigir el enfoque de tu atención hacia un mejor estado emocional.
Como por ejemplo, las preguntas que solucionan problemas: «¿Qué hay de grande en esta situación?», «¿Por qué no es perfecta todavía?».
Con ello no se ignora el problema, pero sí te mantienes en el estado de ánimo correcto, mientras identificas aquello que necesita cambiarse.
Prepárate cada mañana para el éxito, plantéate las preguntas capacitadoras de la mañana; mientras aún estás en la cama, mientras te duchas o desayunas. Eso te permitirá enfocar cada día la atención en la dirección de establecer pautas mentales y emocionales capacitadoras. Por la noche, usa las preguntas de poder de la noche.
Regla 3:
Durante los 10 próximos días consecutivos, asegúrate de que sólo enfocas tu atención en la vida sobre soluciones, no sobre los problemas.
En cuanto distingas un posible desafío, enfoca inmediatamente sobre cuál puede ser la solución.
Regla 4:
Si retrocedes, es decir, si toleras o te entretienes con pensamientos o sentimientos limitadores, no te castigues por ello. No pasa nada, siempre y cuando cambies inmediatamente.
No obstante, si continúas tolerando o solazándote con pensamientos o sentimientos limitadores durante un período de tiempo prolongado (más de dos minutos), debes esperar hasta la mañana siguiente y volver a empezar el período de los diez días desde el principio.
El reto consiste en pasar 10 días seguidos sin tolerar o abrigar ningún pensamiento o sentimiento negativos en el sentido de limitadores o justificadores de la inacción o de la derrota ante un problema. Este proceso de vuelta a empezar tiene que producirse sin que importe la cantidad de días seguidos en que lo hayas logrado.
No parece fácil, ni lo es, te lo aseguro por experiencia 😉
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El poder del pensamiento positivo” Norman Vincent Peale
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