Vivimos tiempos convulsos, con dificultades sociales, sanitarias, económicas y hasta de seguridad personal. ¡Es cierto!
En la situación actual nos rodea una gran incertidumbre alimentada con el miedo a perder nuestra sociedad del bienestar y los derechos adquiridos. Llega a ser un miedo contagioso y paralizante al transmitir una sensación de impotencia hacia las acciones del individuo.
Vale la pena detenernos un momento y reflexionar sobre lo que estamos haciendo.
Cuando los hechos que ocurren nos parecen tan lejanos a nuestra influencia; aún cuando pensemos que somos responsables de nuestra vida y que la controlamos, podemos flaquear en esa creencia y creer que no podemos hacer nada. A veces, incluso, los gobiernos potencian esa creencia para su mayor control sobre las personas, lo has observado tú también ¿verdad?
Los resultados efectivos que se obtienen en la vida (sean éxitos, fracasos, riqueza, pobreza, salud, enfermedad, alegría o sufrimiento) son la consecuencia no sólo de los acontecimientos externos que nos toca vivir (que influyen, por supuesto) sino también de la forma en que reaccionamos ante ellos.
Sé que es duro decir esto, porque no todos partimos con las mismas ventajas o dificultades en la vida, bien sea el país en el que hemos nacido, nuestra familia, la época, el gobierno, el nivel socioeconómico, los conocimientos, la inteligencia, etc.
Pero, ¿cuál es la alternativa ante estas diferencias iniciales? ¿Resignarnos sin luchar? ¿O tratar de mejorar todo lo que podamos?
Personalmente soy de las personas que no se rinden.
Siempre se puede elegir y nos pasamos la vida eligiendo aún cuando creemos que no lo estamos haciendo.
Básicamente son 2 las actitudes por las que solemos optar, y ya te adelanto que seguro que ninguna de las dos refleja por completo nuestra situación ni nos garantiza los resultados deseados, pero hemos de optar por la que nos pueda beneficiar, o al menos nos ponga en situación de identificar oportunidades y conseguir avanzar hacia nuestras metas.
ELECCIÓN 1
“Toda la culpa por mi falta de resultados efectivos es de la situación externa.”
Si algo en tu vida no funciona, puedes echar la culpa a la economía, al clima, a la falta de formación, a la situación sanitaria, al racismo y otros prejuicios reales o imaginarios, a la administración, a tu mujer o a tu marido, a tu jefe, a tus padres, a la falta de apoyo de tu entorno y a lo que quieras añadir…
Sin duda alguna todos estos factores existen. Y en mayor o menor medida, iguales o distintos, siempre han existido en los diferentes períodos de la historia. Pero, si fueran los únicos factores determinantes para el éxito, ¿cómo explicar que miles de personas han hecho frente a circunstancias similares y han tenido éxito?
ELECCIÓN 2
“Puedo y voy a cambiar mi modo de reaccionar a la situación externa hasta obtener los resultados efectivos que deseo.”
El ser humano es un animal de costumbres al que espantan los cambios. Por mucho que digamos que nos gustan las sorpresas o la aventura o descubrir cosas nuevas … en el fondo preferimos no movernos mucho de nuestra zona de confort y nos aferramos a nuestros hábitos cotidianos, tanto de acción como de pensamiento.
De hecho, somos tan radicales con nuestras costumbres que no solemos cambiar casi nunca nuestra forma de hacer las cosas y de pensar, aunque nos demos cuenta de que no nos llevan a ninguna parte o nos provocan problemas.
Pero, precisamente el cambiar nuestra manera de ver las cosas, tener el control de nuestros pensamientos, de nuestras creencias y comportamientos, es básico para lograr los resultados que buscamos y que se nos escapan.
¡No son sólo las condiciones externas y las circunstancias las que nos frenan, somos nosotros mismos los que añadimos más dificultades para el logro de nuestras metas al no intentarlo siquiera o augurarnos fracasos!!
Eres tú quien elige qué interpretación y por lo tanto qué dirección das a aquello que te sucede. Ante situaciones similares, los resultados que obtendrás dependerán de la forma en qué reacciones ya que será lo que te lleve a elegir unas acciones u otras. Por ejemplo, la economía es la misma para todos, pero la forma en que TÚ reacciones a estos eventos financieros determinará tus resultados.
¿Cuál va a ser tu elección hoy, esta semana, este mes?
Roberto dice
Definitivamente ,la segunda opción.
Muchas gracias Isabel.
Saludos buena semana para Usted
WILLIAM AUGUSTO EHANO HENAO dice
MUY BUENO EL DOCUMENTO GRACIAS ISABEL.