Desde hace unos años parece que viajar está de moda 😉
Si se pregunta a las personas que aman viajar porque les gusta tanto, las respuestas más frecuentes suelen ser para:
- Conocer países y lugares increíbles.
- Conectar con personas interesantes.
- Descubrir culturas diferentes.
- Aprender sobre costumbres curiosas.
- Practicar idiomas.
- Saborear platos deliciosos.
Hay estudios científicos que demuestran que viajar es bueno para la salud porque:
- Si tienes una buena actitud disminuye el estrés y aumenta el bienestar emocional al desconectar de la rutina y de los problemas habituales y centrarte en el día a día.
- Cambiar nuestro punto de vista sobre determinadas áreas puede ayudarnos a relativizarlas y valorarlas de otra forma a nuestro regreso.
- Estimula el cerebro, creando nuevas conexiones neuronales, nuevas perspectivas.
- Aumenta la memoria y la creatividad. No importa la edad que tengas, siempre te puedes conocer un poco mejor y desarrollarte.
- El corazón se hace más fuerte y el organismo en general más resistente a las enfermedades, gracias también al ejercicio físico que se realiza durante el viaje.
- Desarrolla la capacidad de afrontar problemas e inseguridades, lo que repercute en una confianza en nosotros mismos y en una autoestima más sólidas.
- Proporciona un mayor gozo de la vida. Primero cuando estás preparando el viaje, ya que anticipas futuras experiencias placenteras, después durante el desarrollo del mismo y al regreso, y para siempre, habrás generado recuerdos imperecederos.
Aparte de todo lo anterior, que abrazo por completo, yo viajo porque:
- Me hace feliz.
- Me siento libre.
- Me alarga la percepción del tiempo.
- Me doy cuenta de que puede vivir con menos de lo que creo.
- Me ayuda a tener cada vez menos certezas absolutas pero mayor seguridad en mí misma para enfrentar la incertidumbre.
- Y sobre todo viajo porque viajar me cambia a mí misma. Cuando regreso ya no soy la misma, soy diferente a la que se fue y no hay marcha atrás.
No obstante, comprendo que no a todo el mundo le gusta viajar, ni tiene por qué ser así.
Se pueden realizar profundos viajes sin salir de casa, los libros son grandes compañeros de transformación.
También sé que viajar no es la panacea para todos ni para todo, ya que depende especialmente de tu actitud.
Porque viajar no te hace mejor o peor persona, sino que pone en evidencia lo que ya eres.
Porque los desafíos de tu día a día van a seguir ahí cuando regreses, no hay milagros, excepto que tú hayas cambiado tu punto de vista, tus valoraciones y tus estrategias y seas capaz de afrontarlos de manera distinta.
Y, sobre todo, me siento profundamente agradecida porque soy una privilegiada al poder viajar, lamentablemente no es así para todo el mundo. Y aunque sólo yo sé cuánto esfuerzo, trabajo y sacrificio me ha costado llegar hasta aquí, también soy consciente del factor suerte, por el simple hecho, por ejemplo, de haber nacido en un país o en una época determinadas.
LIBRO RECOMENDADO: (Haz clic en la imagen.)
«Viajar por el mundo 4: Un recorrido país a país» de AA. VV. y Alberto Delgado Castro