El talento es lo que tienes de forma natural y la habilidad es lo que consigues mediante horas, horas y horas de dedicación. Y no importa cuánto talento tengas porque te va a fallar si no estás preparado y trabajas duro.”
Will Smith
Todos tenemos unas cualidades que nos hacen únicos, una serie de habilidades que practicamos o aprendemos con una facilidad especial.
Puede que se te dé bien la música, el deporte o el dibujo comparativamente con los demás, aunque ello sólo indica que tienes facilidad natural pero no te garantizará el éxito. Sólo el aprendizaje, la dedicación y la práctica constante te permitirá obtener el máximo de ese talento.
El talento es, según el diccionario, “La capacidad especial o facilidad de una persona para aprender o ejecutar bien una determinada tarea. Aptitud. Persona inteligente o apta para determinada ocupación.”
Podemos resumir que el talento engloba:
- Poseer de forma natural una serie de aptitudes.
- Tener capacidades o habilidades para desarrollar una actividad.
- Aprender con facilidad dichas habilidades y/o conocimientos.
Un ingrediente adicional es la pasión.
Las personas talentosas suelen estar profundamente comprometidas con sus intereses y disfrutan dedicando tiempo y esfuerzo a perfeccionar sus habilidades. Esta pasión no solo impulsa el desarrollo del talento, sino que también proporciona una fuente de motivación y de satisfacción personal.
Saber cuál es TU TALENTO te permitirá:
- Atender a tu propósito de Vida.
- Desarrollarte personal y profesionalmente.
- Ser percibido como alguien valioso ante los demás.
- Disfrutar de tu experiencia vital a través de lo que haces.
- Trascender a ti mismo en tu servicio hacia los demás.
- Acceder al bienestar sin depender de los demás.
Todos los puntos anteriores forman parte de la fórmula necesaria para alcanzar el éxito personal.
Pero hay también mucho talento oculto, que sólo está en potencia y que hay que descubrir y ponerlo en práctica.
“No ocultes tus talentos. Están hechos para ser usados. ¿De qué sirve un reloj de sol si permanece en la sombra?” Benjamín Franklin
El talento sin desarrollar no es más que un don natural que potencialmente y sólo con la práctica puedes convertir en una habilidad extraordinaria.
Pero si desconoces TU TALENTO es difícil que puedas desarrollarlo, por eso el primer paso es descubrir esos dones naturales o aptitudes que por alguna razón u otra aún no han salido a la luz.
Descubrir tu talento requiere introspección y exploración:
Dedica tiempo a practicar y perfeccionar las habilidades que descubras.
- ¿Qué intereses tienes?
- ¿Con qué actividades disfrutas más?
- ¿En qué áreas recibes elogios o destacas sin mucho esfuerzo?
- Experimenta con nuevas actividades y observa cuáles te apasionan.
- Habla con amigos, familiares y mentores para obtener su perspectiva sobre tus habilidades.
- Considera realizar pruebas de aptitud o personalidad para identificar tus fortalezas.
- Mantén una mente abierta y sé paciente; el talento puede revelarse en momentos inesperados.
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«La cara positiva de las Emociones Negativas” Isabel Sales
«El pequeño libro del talento” Daniel Coyle
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