Libertad significa responsabilidad. Por eso la mayoría de la gente la teme.»
George Bernard Shaw
¿Libertad o seguridad?
En esta disyuntiva estamos estos últimos años. O al menos es lo que nos quieren hacer creer.
¿Qué eliges tú?
Personalmente yo no tengo ninguna duda, como dijo Benjamin Franklin: “Aquel que renuncia a su libertad por seguridad, no merece ni libertad ni seguridad”, por eso elijo siempre libertad 😉
La libertad implica responsabilidad y, por supuesto, pagar un precio por ella. ¿Qué podemos hacer para ser más libres?
Te propongo 7 pasos hacia la libertad:
- ELIJE PENSAR Y ACTUAR POR TI MISMO
- NO TE DEJES LLEVAR POR LA MASA
- RECUERDA QUE SIEMPRE ESTÁS COMUNICANDO
- EN LA VIDA TODO ES NEGOCIACIÓN: APRENDE
- SÉ TU MEJOR AMIGO, NO TU PEOR ENEMIGO
- CUIDA TU DESARROLLO PERSONAL
- APROVECHA EL TIEMPO
Paso 1 hacia la libertad:
1. ELIJE PENSAR Y ACTUAR POR TI MISMO
En un mundo tan «ruidoso» a nivel de información y comunicación como en el que vivimos actualmente hay una gran tendencia a creer que lo sabemos todo y a hablar con «información de oídas». Se acaban teniendo opiniones fijas que derivan en muchos casos en creencias absolutas, casi fanáticas. Las personas hablan y hablan y hablan, sin darse cuenta de su estrechez de mente al estar cerradas a otras ideas y suelen ser intolerantes a las opiniones discrepantes.
La persona libre basa sus conocimientos en hechos reales y contrastados, tiene una visión ancha y valora la opinión de los demás pero sin olvidar siempre que se trata de una opinión.
La persona libre es una persona proactiva que no se limita a reaccionar ante las circunstancias sino que se anticipa a las dificultades y está enfocada a la solución de los problemas.
La persona libre es tolerante, respetuosa, escucha, lee, estudia, aprende, piensa y toma sus propias decisiones.
Paso 2 hacia la libertad:
2. NO TE DEJES LLEVAR POR LA MASA
Escucha y aprende de los demás, pero saca tus propias conclusiones. La mayoría puede estar equivocada (y si nos fijamos en el progreso humano, se puede decir que la mayoría siempre está equivocada, que son las minorías, las que se replantean lo establecido, las que consiguen que avance la sociedad.
Ten cuidado en especial con los grandes grupos de opinión (bien sean partidos políticos o cualquier otro tipo de organización seglar o religiosa). Aprende también a observar el punto de vista de las minorías.
Sé que esta es una afirmación que resulta políticamente incorrecta, pero no confundamos el poder de las mayorías que se ejerce a través de un sistema político como es la democracia (y su bondad y/o conveniencia) con la certeza de que esa mayoría está bien informada, es libre en esencia y acción y que no está manipulada.
Te recomiendo el libro de Ortega y Gasset: «La rebelión de las masas«, publicado en los años 30 sigue siendo de una tremenda actualidad para comprender nuestra sociedad y nuestro comportamiento como individuos en ella. Diferenciaba Ortega entre el «hombre-masa» y la «minoría selecta«.
El «hombre masa» es el producto de una época que se caracteriza por la estabilidad política, la seguridad económica, la comodidad y el orden público. El mundo que rodea a este hombre no le mueve a limitarse en ningún sentido sino que alimenta sus apetitos, que en principio pueden crecer de forma indefinida.
La «minoría selecta» se refiere al que se exige más que los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores.
La persona libre forma parte siempre de la minoría.
Paso 3 hacia la libertad:
3. RECUERDA QUE SIEMPRE ESTÁS COMUNICANDO
Sabes perfectamente que no sólo comunicamos con la palabra, es más según los expertos la comunicación no verbal supone más del 65% de lo que transmitimos a los demás.
La comunicación no verbal no son sólo los gestos, la expresión facial, la posición del cuerpo, la mirada, la forma de moverse, el tono de la voz, la velocidad al hablar, etc. Sino también el uso del tiempo, del turno de palabra en una conversación, del espacio, nuestra apariencia o nuestro comportamiento táctil.
Cada día enviamos a los demás una gran cantidad de mensajes simultáneos. Por ejemplo, nuestra manera de estar sentados para trabajar, para comer, cómo nos movernos de un sitio a otro en un medio de transporte, etc. refleja el estado de ánimo en este momento, aunque no abramos la boca para decir una palabra.
La persona que los otros piensan que eres es clave para tu éxito en la vida.
Por lo que cuida tu aseo, tu manera de vestir, tus modales, tu puntualidad, cómo te mueves, cómo sonríes, cómo te expresas etc. porque habitualmente no somos conscientes de la influencia que podemos llegar a ejercer en los demás de manera inconsciente.
Y una de las cosas que más se transmite es la energía positiva, si estás en ese estado podrás mostrarte de una manera más abierta y favorecer que los demás te correspondan.
La persona libre es consciente de lo que está comunicando.
Paso 4 hacia la libertad:
4. EN LA VIDA TODO ES NEGOCIACIÓN: APRENDE
La negociación no se limita a los acuerdos comerciales entre las empresas o tratados políticos internacionales. En absoluto, la negociación está presente en cualquier aspecto de nuestra vida: desde el aumento de sueldo en la empresa hasta el lugar de vacaciones que vamos a elegir con nuestra pareja, pasando por el permiso para ir de fiesta a tu hijo adolescente a la chuche que el pequeño quiero comprar en la tienda.
Todo en la vida es negociación, por lo que tienes más posibilidades de ganar si te pones en situación de negociación antes que la otra parte, bien sea tu jefe o tu hijo.
Y no nos engañemos, aunque esté muy de moda el modelo de negociación «ganar-ganar» en el fondo (y vuelvo a ser políticamente incorrecta, lo sé ;-)) lo que queremos es ganar y salirnos con la nuestra ¿A qué sí?
Escucha más que hables y adapta tus argumentos en función de las necesidades de la persona con quien estás negociando, aprendiendo diferentes estilos y técnicas.
Paso 5 hacia la libertad:
5. SÉ TU MEJOR AMIGO, NO TU PEOR ENEMIGO
Ya lo dice la Biblia: «Amarás al prójimo como a ti mismo«. No dice que lo amarás más, porque primero debes amarte a ti mismo para poder valorar y amar sinceramente a los demás.
La persona libre tiene una buena autoestima, es decir, tiene una buena percepción sobre sí mismo, sobre su manera de ser y de actuar.
No tengas miedo a equivocarte. Si lo haces, aprende de tus errores pero no te machaques diciéndote que eres incapaz o que no eres bueno. Y si haces daño a alguien pide perdón. Pedir perdón es una señal de humildad y una forma de mantener la buena salud en las relaciones. Reconocer los errores y disculparse es propio de personas valientes, honestas y generosas, y en absoluto desmerece la capacidad o inteligencia de una persona.
Quiérete y valórate a ti mismo, busca, aprende, experimenta todo aquello a te haga descubrir tus dones y habilidades. No desmerezcas tus logros simplemente porque sean tuyos.
La persona libre es el mejor amigo de sí mismo, por eso nunca está sola.
Paso 6 hacia la libertad:
6. CUIDA TU DESARROLLO PERSONAL
Cada persona está llamada a desarrollarse desde su nacimiento, a partir de sus aptitudes y cualidades, usando su inteligencia y su libertad, la persona es responsable de su desarrollo.
Sé ávido por conocer nuevas sensaciones, nuevas actividades. Entrena tu cerebro, cuanto más lo uses, más desarrollarás tus capacidades.
La persona libre nunca dice: «no tengo edad para eso». La persona libre sabe que su libertad depende de sus conocimientos, habilidades y actitudes porque amplia su abanico de posibilidades. Sabe que la vida es un proceso continuo de mejora en el que los límites los pone uno mismo.
La excelencia personal se define como un camino, una actitud mental y una posición ante la vida, en donde el ser humano se siente capaz de ser cada vez mejor.
Paso 7 hacia la libertad:
7. APROVECHA EL TIEMPO: ES LA MATERIA DE QUE ESTÁ HECHA TU VIDA
El conflicto en la sociedad actual está servido: como en el mundo occidental se ha ido incrementando la calidad de vida en el último siglo (a pesar de la crisis, pensemos por ejemplo en la vida de nuestros abuelos y veremos todas las mejoras que ha habido sin duda) queremos aprovechar todas estas ventajas de la vida moderna y entramos de lleno en un conflicto de tiempo.
Porque necesitamos tiempo para trabajar y ganar dinero suficiente, pero también necesitamos tiempo disfrutar del ocio y gastar ese dinero.
La persona libre sabe identificar qué quiere hacer con su tiempo, y elimina a los llamados «ladrones de tiempo».
Lo habitual es reaccionar a lo que ocurre, porque las tareas reactivas son las que parecen más urgentes, las que nos presionan. Tanto unas como otras pueden ser importantes. Sin embargo tenemos que aprender a priorizar las tareas proactivas, las elegidas por decisión propia, las que nos ayudan a dirigir nuestras vida y están enfocadas a conseguir nuestras metas.
La mayoría de las personas confunden importancia con urgencia. Quien vive con urgencias continuas, o cree que son urgencias, termina fácilmente presa del estrés ya que la urgencia provoca estrés. Cuando se está bajo presión se incrementa el estrés, por temor a no conseguir realizar algo a tiempo o a no realizarlo en absoluto
La persona libre planifica y prioriza su tiempo por objetivos, no por tareas.
LIBROS RECOMENDADOS: (Haz clic en la imagen.)
«El miedo a la libertad» de Erich Fromm
«La rebelión de las masas» de José Ortega y Gasset